Dedicada a una gran persona, que por desgracia la vida no me permitió disfrutar y conocer más. Él cuidó de mí en los primeros años de mi vida. Su vida no fue fácil pero consiguió sacar adelante a su familia a base de mucho trabajo y en unas condiciones muy desfavorables. Para ti abuelo, mi pequeño homenaje.
LAS SOMBRAS DE LA MEMORIA.
Saliste del comedor a grandes zancadas, atravesaste el recibidor y
fuiste a cobijarte a la sombra de aquella parra que cubría buena parte del
patio. Yo corría tras de ti aunque no te diste cuenta. Te vi, te toqué y sin
mediar palabra me diste una bofetada. Lloré y lloré sin entender nada. Tú eras
mi compañero de juegos, mi protector.
Mi querido abuelo: ¿Qué te
estaba pasando? Con esa conducta tuya, me sesgaste el corazón. Sin embargo el
amor no se desgastó, simplemente esperé una explicación.
Con el paso de los años entendí que no eras tú, el autor de aquel acto,
era la huella de tu incierto destino. Tú mente empezó a perder lucidez, y se
quedó divagando en el camino de los recuerdos.
Perdurará en mi mente, que en la sombra de aquella parra comenzó el
principio de tu fin.
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