Mi pasión ha sido la abogacía,
con esmero he cuidado mi profesión
de expertos letrados sin parangón.
Las derrotas tomadas con humor y energía,
me han servido para forjar con
antelación,
venideras victorias de mi autoría
plasmadas a fuego en un inventario.
Y en bruñidas cédulas guardo con celo,
textos ológrafos, sentencias, recursos,
a veces pesados como un ladrillo, no es
un camelo,
otros ejemplo y superación.
Llegado el ocaso expongo y desvelo,
que seré letrado hasta mi total desaparición.
Este es el legado que aquí dejo,
espero que sirva generación tras
generación.
Acto graduación 12 mayo de 2000 |
Estas fotos de un día tan especial, con personas tan especiales, me han servido para ilustrar estos versos sobre un tema que a menudo escribo, ya que es muy inspirador para mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario