Siento náuseas cada vez que le oigo decir:
"Clotilde has pasado la minuta a fulanito o a menganito?". Me duele la cabeza cuando escucho como se lamenta por no
haber podido adular con joyas o escapadas lujosas a su amante, mientras en la
mesa de su despacho hay un talón añejo a mi nombre esperando su firma.
Ayer escuché decirle a Clotilde que iba a licitar por un
"Picasso" para "ella". Y yo, ¿soy invisible para él después
de trece años de antigüedad,
limpiando, viendo, escuchando, llorando?
Hola soy compañera del club de las escritoras, encantada de conocerte, nos leemos!!!!
ResponderEliminarBesos!!
Gracias Raquel ! Claro q sí, me encantará leerte y q me leas. Un beso enorme
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