que triste soledad embriagadora,tu viaje me parte el alma
en cada alba, en cada aurora,
me llena de austeros pensamientos,
ese viaje padre, ¡que duradero!.
Mis deseos de poder verte tan lejanos,
tan abrumadores, sin consuelo, tan devastadores.
Mi camino y el tuyo siempre unidos
y ese viaje ahora nos separa,
esa separación inunda mi vida,
mi vida entera de melancolía.
Intento alcanzar ese tren,
para poder verte, para seguir amándote,
para vivir de nuevo tu cercanía,
y que entres en mi corazón noche y día.
Ese, tu viaje, me llena de intranquilidad, desasosiego,
es motivo de nuestro distanciamiento,
muy a mi pesar no puedo decidir ir a buscarte,
pero algún día ese tren lo alcanzaré, y nunca podrás alejarte.
No volveré jamás a dejarte
que subas tú solo a ese tren.
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