Mi tributo al día internacional de la POESÍA.
CONFESIONES
Me llama a gritos
para que le confiese mis verdades.
Casi siempre me resisto,
pero ella no se rinde.
Quiere que confíe,
y desnudarme
lentamente entre sus versos.
Necesita consolarme y descubrir
a qué saben mis lágrimas,
acariciarme y curar con ternura
mi soledad.
Sólo ella, la poesía, atraviesa
mi barrera de granito.
Me escucha.
Le confieso que escribo
para saciar el hambre de tu ausencia;
que, a veces, confundo otras bocas
con besarte, porque son tus labios
los que verdaderamente me enloquecen.
Solo ella sabe
que me gustaría dibujarte
en el silencio de la alcoba;
que tu boca meciese mi cama
y a destiempo
pudieses acariciar el cielo
en mis párpados.
Ansío que ella sepa
que si me miras en el espejo
del pecho
entenderás que es
totalmente insoportable
el olor a indiferencia.
Eres tú quien camina
tras las pestañas de otras musas.
Por ello comencé a escribir.
Ahora, por fin, he entendido que es la poesía
quien me ama
…y me da una segunda oportunidad.
CONFESIONES
Me llama a gritos
para que le confiese mis verdades.
Casi siempre me resisto,
pero ella no se rinde.
Quiere que confíe,
y desnudarme
lentamente entre sus versos.
Necesita consolarme y descubrir
a qué saben mis lágrimas,
acariciarme y curar con ternura
mi soledad.
Sólo ella, la poesía, atraviesa
mi barrera de granito.
Me escucha.
Le confieso que escribo
para saciar el hambre de tu ausencia;
que, a veces, confundo otras bocas
con besarte, porque son tus labios
los que verdaderamente me enloquecen.
Solo ella sabe
que me gustaría dibujarte
en el silencio de la alcoba;
que tu boca meciese mi cama
y a destiempo
pudieses acariciar el cielo
en mis párpados.
Ansío que ella sepa
que si me miras en el espejo
del pecho
entenderás que es
totalmente insoportable
el olor a indiferencia.
Eres tú quien camina
tras las pestañas de otras musas.
Por ello comencé a escribir.
Ahora, por fin, he entendido que es la poesía
quien me ama
…y me da una segunda oportunidad.